Situada en las tierras cercanas a Urruña, Sare, Ascain y San Juan de Luz, el Larrún es la montaña sagrada del País Vasco (en vasco, Larrún significa “buenos pastos”). Allí se encuentran 24 dólmenes y 11 crómlechs. El Larrún se encuentra situado en la frontera entre España y Francia, pero marca también el límite de los territorios vascos tradicionales de Labort y de Navarra.

En el País Vasco es una costumbre subir a pie al Larrún. El ascenso se hace, generalmente, en 1 o 2 horas, según el ritmo de cada uno. Las sendas balizadas facilitan el ascenso. Pero también se puede llegar a la cumbre en solo 35 minutos, gracias al famoso Trenecito de Larrún. Este pequeño tren de cremallera, que data de 1924, está activo entre abril y septiembre. Transporta aproximadamente a 350.000 visitantes al año. Sale de la pequeña estación de Col de Saint-Ignace. Se avanza a 8 Km/h, lo que deja tiempo suficiente para apreciar el paisaje y el progreso hacia los 905 metros de altitud.

De camino, nos cruzamos con pottoks, corderos, vacas y muchos árboles que perfuman el viaje. Las vistas son asombrosas. Se puede admirar toda la costa, desde Landes hasta San Sebastián, y también la cadena de los Pirineos. Arriba, le acogen dos ventas que proponen, según la tradición española (¡la frontera obliga!), tapas, bebidas y recuerdos.